Tengo una baraja, con cuarenta cartas,
Que ayuda a librarme, de cualquier traición.
Traiciones que dejan, algunas ingratas,
Que son para el hombre, de mal corazón
Ese rey de copas, en carta primera,
Me anuncia parranda, con algún amor
Esa sota de oros, una traicionera,
Que vende sus besos, sin ver condición
Ya se que me dicen, el enamorado,
Allá en el rancho donde yo nací
Porque yo soy hombre, no soy un dejado,
Me gustan las hembras, palabra que si .
No cargo secretos, de la magia negra,
Ni huesos de muerto, para enamorar
Una buena suerte es la que me cargo,
Que nadie en el mundo, me la ha de igualar
Ahí les va muchachos, en mi despedida,
Un grito ranchero, palabra de honor
No se les olvide, que todo en la vida,
Tiene su movida, si es buen movedor.
