A ti te conozco de otro bar
y tú a mí de otra canción.
Estaba esperando otra oportunidad,
fue todo mío el gusto de nuevo.
En vez de buscar una excusa
para poderte llamar,
será cuestión de no pensarlo mucho
y actuar, para variar.
Y esta vez no olvidare tu nombre
y no será casualidad
que nos volvamos a ver,
si nos volvemos a ver...
A ti te conozco de otra vida
y tú a mí de otra estación.
Quisiera invitarte a salir algún día
nada formal, un concierto de jazz.
Tú pedirás un tequila,
yo esperaré que te dejes llevar,
o trataré de estar a la altura
si por la noche me toca cantar.
Esta vez no olvidaré tu nombre
y no será casualidad
que nos volvamos a ver,
si nos volvemos a ver.
A ti te conozco de un sueño
y tú a mí de una canción.
Estaba esperando esta oportunidad,
fue todo mío el gusto de nuevo.
Y esta vez, otra vez,
el gusto es todo mío.
Otra vez el gusto es todo mío,
Y esta vez, otra vez:
el gusto es todo mío;
el gusto es todo mío...
