Lyrics

La noche es el crepúsculo de la locura, sale la luna, se encarcela la mesura, es la censura a todo aquel mal que se presenta de modo habitual. Somos cuatro, somos ocho, somos uno, se vuelve el alma invulnerable al infortunio. Etilizados, destino a San Martín, voy fascinado, colgado en mi elixir. Sabiendo siempre que mi espalda nunca va a conocer el suelo, porque, atentos, con la espada del recelo, tendré a mi gente venciendo mis miedos. En el umbral de un inminente jolgorio, omitiendo el contenido, mas no el envoltorio. Un pichón de extrema sumisión, decide darle un corte a mi efusión. Víctimas del más patético narcisismo, vuelvo al barrio, con la lealtad de un gran amigo, a matar mi bronca en un paty un pe, Raffo está siempre consolándome. Sabiendo siempre que mi espalda nunca va a conocer el suelo, porque, atentos, con la espada del recelo, tendré a mi gente venciendo mis miedos. Un cocinero bondadoso aquel muchacho, que en su troncho, a la demencia nos ha llevado. La conciencia se tira a dormir, ahora un loco yo, decide por mí. Así una broma carente de sentido, no puede oler a más que a un dicho conflictivo. A la mierda por un rato la amistad, no admito semejante hostilidad. Me iré a la cama enfermo de ira, ira que olvidaré al otro día, una risa simultánea pondrá en el podio aquel hermoso y bizarro episodio.
Writer(s): Santiago Aysine Lyrics powered by www.musixmatch.com
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