¡Tú! ¡Siempre tú!
Mi reina de diamantes, mi farol.
Mi túnica de alambres y mi cruz.
Mi única frontera de algodon.
¡Tú! ¡Siempre tú!
Mi dosis de misterio, mi soledad.
Mi vicio sin remedio, mi actitud.
La brújula que orienta mi caminar.
Vuelve a quemar los rastrojos,
de este amanecer, flor de azafran,
que así estos ojitos rojos,
dejen de llover contra el cristal por ti...
Eres tú mi noche en vela, mi princesa en el balcón.
Eres tú mi fiel condena, mi problema y mi solución.
Eres tú la dulce droga que en una noche me enganchó.
A poner banda sonora a este mundo con mi voz.
Mi pequeña Rockandroll.
¡Tú! ¡Siempre tú!
Mi pluma desgarrada en mi papel.
Mi oscura madrugada, mi cielo azul.
La musa que me paga el alquiler.
¡Tú! ¡Siempre tú!
Las siete puntas de mi libertad.
Las siete notas de mi tangaloo.
Los siete mares de este capitan.
Vuelve a quemar los rastrojos,
de este amanecer, flor de azafran,
que así estos ojitos rojos,
dejen de llover contra el cristal por ti...
Eres tú mi noche en vela, mi princesa en el balcón.
Eres tú mi fiel condena, mi problema y mi solucion.
Eres tú la dulce droga que en la noche me enganchó.
A poner banda sonora a este mundo con mi voz.
Mi pequeña Rockandroll.
Caminare contigo,
Hasta el final del camino.
Mi pequeña Rockandroll.
