De Luciérnagas Abismales

En la premonición de lo infinito Las extrañas circunstancias son un implacable recuerdo De que hay mucho más allá de los cielos Y como hace años recordaran los sabios perdidos en sueños de abismos distantes Las profusas señales de trascendencia siempre están bañadas En febriles intentos de dudosa profundidad La plétora epifánica que anuncian los profetas Se asemeja a la veta de luz que irrumpe en la infinidad oscura Pretendiendo exhibir una naturaleza única Cuando más allá de los velos Se abren inmensidades milagrosas de eventos que nos superan en compresión y naturaleza Si cerrásemos los ojos por un instante Y procuráramos rasgar la existencia para contemplar el abismo La mirada que nos devolvería éste Sería acaso como un océano que irrumpe en una vasija de barro Fragmentando su esencia y devolviéndola a los extraños abismos más allá de la creación Cuánto esperé Cuánto deseé escuchar Rocas que arrojé en el mar Se hundieron lentamente Un eco en un adiós Resuena inclemente, se va, se pierde ¿Y a dónde irán? ¿Qué abismos surcarán? De lo que quedó, luego se esfumó ¿Y quién podría escucharlas? ¿Y quién podría buscarlas? Cuánto se ocultó bajo el abismo En el mar sin pozos permanece el ave de Hermes comiendo sus alas Ahora que has entrado, has sido devorado Todo ha cesado Como un sueño se ha cortado Todas tus vidas, todos los comienzos Ya son finales, ya no importan más Cada evento, cada amanecer Era un susurro del atardecer Todo se agrieta ya Todo colapsará Recuerda el viento que te hizo estremecer Y aquellos libros dejados sin leer Cada cicatriz o si fuiste feliz Ya son finales, ya no importan más Cada evento, cada amanecer Era un susurro del atardecer Todo se agrieta ya Todo colapsará Y en el ayer me trato de ocultar No quiero aceptar, quiero despertar De repente lo entiendo La existencia es atroz Cuán hermosa es, cuán compleja es Ahora que ya no me queda nada Cuánta liviandad, cuánta inmensidad Siento que algo se acerca Como una idea incierta Que al tiempo se va, ya no volverá El ave de Hermes es mi nombre Como mis alas para domarme