No me eduquéis,
Me siento bien así, siendo yo mismo.
Yo no quiero que me digan que de hacer para ordenarme
Y mantenerme en equilibrio,
Pues prefiero, por extraño que les pueda parecer,
La exageración terrible
De las curvas del destino,
Quiero sentir cerca mía la explosión de un llanto amigo,
Y como en la eucaristía, dar mi sangre en un abrigo
Eterno, imperecedero por los siglos de los siglos,
Quiero sentir en mis días un afán por el suicidio
Y de pronto despertar bien, alegre y convencido
De que la vida es el don que mejor me ha convenido,
¡No me eduquéis! pues tengo un camino delante
Para partirme la cara
Y poder aprender
Que la vida no es barata
¡No me eduquéis! no necesito doctrinas
Ni elogios ni sanciones,
Pues prefiero tomar
Mis propias decisiones.
Y si teniendo en cuenta el tiempo pasado,
Y si mirando lo que podría venir,
No acierto a encontrarme conmigo
Dejad que el desorden se apiade de mí. (BIS)
Mi paz, mi sueño es que, en base a mi albedrío
Pueda decidir que tiene de bueno el mal
Y que tiene de malo el bien,
Sin más, para mí esto es la libertad. (BIS)
¡No me eduquéis! pues tengo un camino delante
Para partirme la cara
Y poder aprender
Que la vida no es barata
¡No me eduquéis! no necesito doctrinas
Ni elogios ni sanciones,
Pues prefiero sacar
Mis propias conclusiones.
