El busto es mío (Hombre despechado)

mi novia suspiraba por poderse operar lo que tira más que dos carretas, estaba acomplejada desde la pubertad, en la "pandi" le llamaban la planeta. y aunque a mí me bastaran así, en aras de verla feliz, p ara san valentín, me lucí, le regalé la operación, medio kilo cada teta, tot al, casi un millón de las antiguas pesetas con un agravante que le da a mi acción más mérito, como buen currante tuve que pedir un crédito. y así fue como mi mari cambió de sonrisa y de talla de sostén, pasó, más deprisa que un ferrari, de cero a cién. también aumentó su vida social, tanto, que en un mes, sin motivo de queja, me viene con un "tenemos que hablar", me sienta en el sofá y me suelta que me deja; que nececesita soledad para que su mente se equilibre, que me quiere pero noestá enamorá, que se va, que prefiere ser libre. mentira, que a la semana me entero que está viviendo en tetuán con un tal casio, mira qué "casioalidad", el monitor de su gimnasio. cornudo y apaleao me vi sin ella y sin saber dónde poner los brazos, con cara de portero goleao, aún me faltaban por pagar ventidós plazos. la llamé y le dije: "no hay derecho, esto no es justo, tiene delito y a los pechos me remito, señorita. ¡que yo estoy pagando el busto con el que otro pasagusto!" y me replica: "santa rita, santa rita ..." es una mala mujer, lo sé desde que no está a mi lado, es una mala mujer, y yo un hombre despechado