Un cuentagotas que proporciona la vida,
El vino brinda conmigo por quien no vino
él se olvidó de existir, no se acordó del amor,
Hasta que dijo que no, y el día que dijo que no.
Se miraron nomás, y vio salir el aire de su boca al respirar,
Y sonrió porque sus ojos emanaban complicidad.
Como una lupa la vio de cerca a lo lejos,
Pocos colores vio grises y fisuras.
No se olvidó de decirle que se acuerda de sí,
Y que pretende seguir, porque se ha acostumbrado a vivir así.
Se miraron nomás, y vio salir el aire de su boca al respirar,
Y sonrió porque sus ojos emanaban complicidad.
Quería verla cantar, cebarle un matecito en las sierras de Córdoba,
Sea Tandil sea la Puna Purmamarca felicidad.
Y no se queda en la cama, sale sin norte buscando un amor de mañana,
La añoranza lo mataba, cerró los ojos y vio,
Vio que el tiempo no paraba.
